EL SALVADOR

NUESTRO MINISTERIO EN EL SALVADOR

En El Salvador se ha impartido la Fase 1 y la Fase 2. Algo que ha impactado en ambas fases es que el taller no es sólo teoría, también se ha puesto en práctica. En la fase 1 salir a evangelizar y en la Fase 2 “cavar” las heridas y sanar el corazón.

Uno de los aspectos más destacados en ambos talleres fue la unión de las iglesias. Diferentes iglesias, diferentes denominaciones, diferentes zonas del país, pero todos estaban reunidos en un mismo lugar, con una misma visión, con un solo propósito, conocer más de la palabra de Dios, y poder hacer crecer su Reino en nuestro país.

La presentación del seminario fue excelente, muchos pastores pudieron analizar el estudio de la Carta a los Romanos desde otro ángulo con buena exégesis. Los ejemplos, las herramientas prácticas brindadas como La Historia del rescate de los mineros chilenos ayudaron a tener una idea más clara de cómo fue nuestro rescate y cómo usar esa historia para alcanzar a otros para el Reino de Dios.

Para muchos de los participantes fue la primera vez que salieron a las calles a compartir la palabra de Dios, y la parte práctica del taller los lanzó a seguir haciéndolo, les quitó el miedo y los motivó a compartir la Palabra de Dios en cualquier lugar.

Para muchos la planificación estratégica es algo que nunca antes habían hecho, muchas actividades se hicieron a lo largo del tiempo, pero enseñándoles a visualizarse a sí mismos, no solo lo que querían lograr como iglesia, sino también como comunidad, un país proporcionando una perspectiva diferente del Gran Mandamiento y brindó ideas sobre cómo alcanzar nuestros 5 mundos para Cristo.

Al confrontar el corazón, muchos pudieron darse cuenta de la razón por la cual ciertos comportamientos, actitudes, heridas que habían afectado la relación con Dios, con la familia y el ministerio, heridas que creyeron han sanado, el Señor las sacó nuevamente a la luz para limpiar y sana el corazón desde la raíz. Permitir que Dios sane, surge la responsabilidad y al mismo tiempo un gran privilegio de llevar la Buena Nueva para poder ayudar a otros y sanar más corazones.

El seminario sobre cómo compartir el evangelio se ha enseñado muchas veces pero muy pocas veces se ha enseñado a sanar el corazón, y aunque tenemos las herramientas necesarias para evangelizar, si no hemos sanado el corazón será imposible tener un éxito.

Una de las cosas que más impactó a los participantes fue que cada uno de los presentadores de The Divine Expedition Team abrió su corazón, compartió sus batallas, sus heridas y sus luchas. Durante mucho tiempo se ha creído que el extranjero tiene una vida mejor, pero la transparencia de cada uno al compartir sus experiencias ayudó a los participantes a disponer su corazón para recibir de Dios.

La Fase 2 fue muy reconfortante para todos, especialmente para los pastores, ya que fue un oasis para ellos, salieron sanados y restaurados, y como decimos aquí con “las pilas bien cargadas”.

Uno de las cosas más impactantes para la mayoría de los participantes fue descubrir las mentiras, el acuerdo y los votos que inconscientemente se habían hecho con el enemigo, algo que algunos venían haciendo desde hacía años, y aún en esta ocasión se les abrieron los ojos. ... Muchos aprendieron a perdonar a los demás y a sí mismos.

Todos seguimos esperando lo que Dios hará en las siguientes fases, oramos por el ministerio y bendecimos la vida de cada uno de los oradores.

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